viernes, 30 de octubre de 2009

¿DEBE CAMBIAR LA SOCIEDAD ACTUAL?



Por supuesto que sí.
La sociedad actual en la que nos encontramos, se está viendo sumida en un profundo caos, carentes de cualquier valor familiar y social. La impunidad con la que se cometen los delitos en España y la falta de miedo social a las sanciones penales, nos está sumiendo en una profunda anarquía social.

Cualquier ciudadano puede observar un incremento sustancia de delitos, encontrándonos con una gravísimo problema al ser cometidos muchos de ellos por jóvenes menores de edad. A su vez observamos con profunda preocupación, como aumenta la gravedad de los delitos mismos y como nuestros marco legal es insuficiente para garantizar la corrección del problema. Es obvio que día a día vemos como aumenta la indefensión a la que nos vemos sometidos y a la falta total de conciencia social, ante estos hechos punibles. Aunque resulte duro decirlo, la Ley del menor es a mi punto de vista personal un fracaso absoluto del sistema educativo y social.


Está demostrándose que se necesita urgente una reforma del esta Ley y ya no podemos considerar a un menor de 12 años, con la misma vara que medir que uno de 16, y máxime cuando se pretende que a esa edad se tenga una capacidad plena para poder abortar. Es absurdo y de doble moralidad comparar a un menor con otro. Por ello y a mi entender, en esa reforma legal, se debería rebajar la edad del menor hasta los 12 años, así como una profunda modificación de los Centros de menores, estableciéndose una reforma urgente de los mismos, e incluso su desaparición, para adaptarlos poco a poco al sistema penitenciario, debiendo producirse unas profundas reformas de modernización a la nueva realidad social con la que nos encontramos actualmente y que conciencie a los jóvenes que delinquen de la gravedad de sus actos y las repercusiones que pueden tener por los mismos. Estamos observando día a día como aumenta el acoso escolar, la violencia reiterada en los Centros Escolares, los delitos cada vez más violentos de nuestros jóvenes.

A su vez se debe afrontar de una vez por todas el aumento de las penas para delitos muy graves, ya que el aumento de la delincuencia cada vez más violenta, nos puede sumir en un profundo caos, del cual todavía estamos a tiempo de corregir.

La instauración en España de delincuencia cada vez más violenta y preparada, sumado como he mencionado anteriormente a la impunibilidad con que se cometen los delitos está convirtiendo a España, en un paraíso para los delincuentes y las mafias organizadas.

Es obvio el profundo debate que se está produciendo en nuestro País sobre el racismo que se está generando en España a consecuencia de los altos índices de criminalidad cometida por extranjeros, aunque me gustaría recordar que siempre hemos sido un País de inmigrantes y hemos acogido siempre a todos aquellos que han venido a trabajar con las manos abiertas, por lo tanto planteo la siguiente pregunta: ¿porqué entonces este debate?. Para mi es claro. Debido a la suma de carencias que planteo en mi reflexión, se debe abordar también una profunda reforma respecto a la inmigración, marcándose los siguientes objetivos:
Apoyo total y absoluto (como un ciudadano más español), a cualquier inmigrante con verdaderos deseo de integración a la sociedad española, frente al extranjero que delinque, el cual debe ser expulsado inmediatamente una vez cumplida su pena, así como fomentar acuerdos internacionales con los diferentes País donde no se tenga acuerdos, para su puesta a disposición judicial inmediata por delitos cometidos en sus países de origen.

Apoyo, mediante contratos en Países de origen a inmigrantes que en sus respectivos Paises sufran discriminación por raza, sexo, religión o tendencia política.

Creación de cupos de inmigración, así como fomentar trabajo en Paises de origen que garantice la adecuación al sistema Español.

Bajo mi punto de vista y ahora que está tan de moda el tema de los referéndum populares, me gustaría abordar uno que está corriendo como la pólvora entre el ciudadano de a pié. No es otro que como todo el mundo sabe de la cadena perpétua o en su defecto el cumplimiento íntegro de las penas, sin posibilidad de reducción por buena conducta, para delitos muy graves como pueden ser homicidio, asesinato, agresiones sexuales a menores y terrorismo, así como incrementar y cumplimiento íntegro de las penas, para delitos como violación, violencia de género, agresión a menores, apología del terrorismo, secuestro, integración o apoyo a banda armada y alguno más que ahora mismo podría ser objeto de debate.

Nos encontramos a diario con la realidad social (no aquellas que viven alguno de nuestros políticos), de la carencia de medios con las que cuentan nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como la gran preocupación que viven actualmente los mismos por el aumento de la criminalidad en nuestros País y la indefensión jurídica a la que se ven sometidos.

Las Fuerzas de Seguridad, partiendo desde el punto de vista de su grandísima profesionalidad, ven como a diario delincuentes con innumerables delitos, pasean a su libre albedrío por la calle, mientras ciudadanos que cumplen la Ley se ven cada vez más sometidos a una sociedad que vive con miedo.

La Ley de Protección de Datos, garantía maravillosa para el ciudadano, está demostrando que para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, está suponiendo un lastre a la hora de la averiguación de los delitos, por lo que se debería efectuar una reforma importante en este sentido.

Por todas estas circunstancias se debe afrontar también una profunda reforma de adaptación y apoyo a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que garantice el buen desarrollo de su función diaria para salvaguardar la seguridad del ciudadano.

El sistema judicial a su vez no puede ser un obstáculo para el ciudadano de Ley, y la realidad que vivimos es un sentimiento contrario. La conciencia actual se ha transformado en una profunda desidia del sistema judicial español, de abandono del sistema de cara a la ciudadanía y eso debe cambiar drásticamente.


Se debe dotar al sistema judicial español, de cuantos mecanismos sean necesarios, para garantizar su independencia y su labor. No podemos seguir viviendo en un sistema profundamente estancado y carente de recursos suficientes, para abordar el alto índice de criminalidad, así como tampoco se puede seguir permitiendo las graves interferencias del sistema judicial en el político. Esto por supuesto no debe ser tampoco obstáculo para la garantizar sus derechos, si bien debe ser una reforma que garantice el cumplimiento de sus deberes.

Es difícil que algún partido se atreva a aplicar medidas tan contundentes, pero a su vez tan demandadas por la sociedad, pero bajo mi punto de vista es una demanda cada vez más solicitada por los españoles.
Por desgracia estamos convirtiendo nuestra sociedad en una sociedad hedonista, que de no cambiar nos puede transformar peligrosamente en una sociedad proustiana. Espero que eso no ocurra, si no es para aprender de nuestros errores pasados.

Un saludo a todos y gracias

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