martes, 7 de diciembre de 2010

"LA CONSTITUCIÓN, NO ES COSA DE TODOS"

La dignidad de la persona humana se hace cada vez más clara en la conciencia de los guardias civiles de nuestro tiempo, y aumenta el número de profesionales de la seguridad que exigen que sus miembros gozen de una libertad responsable, no movidos simplemente por la coacción, ya que ellos mismos se rigen por la conciencia del deber. Y así mismo piden, igualmente, la delimitación jurídica del poder pûblico y la separación de su vida privada, a fin de que no se restrinjan los confines de la justa libertad, tanto de la persona como de las asociaciones, como ya sucedió en los años 80/90 con el Gobierno socialista y está volviendo a suceder actualmente bajo el mandato de nuevo de Zapatero y su servidor Rubalcaba.


Esta exigencia de libertad en la sociedad humana se refiere, sobre todo, a los bienes del espíritu humano, principalmente a aquellos que atañen al libre ejercicio sus derechos constitucionales en la sociedad. Secundando con diligencia estos anhelos, sin abandonar en ningún momento sus funciones como valedores de la seguridad de los ciudadanos como se ha demostrado constantemente por parte de este colectivo. No así, como por parte de otros colectivos, los cuales han demostrado con su negligencia su falta de compromiso social. ¿Acaso no puede paralizar el País la Guardia Civil si quisiera?. Simplemente les bastaría con abandonar los puertos y fronteras de España en una huelga encubierta, eximirse en su responsabilidad en ayuda civil (en pueblos, ciudades, carreteras) y a su vez ponerse enfermos todos a la vez, en vez de auxiliar en las carreteras. ¿Se imaginan ustedes el caos que esto produciría en este país, así como el grave problema económico que conllevaría?.

Sin embargo estos profesionales, se han limitado a manifestarse públicamente, solicitando delitos tan graves como la igualdad salarial y profesional de sus miembros, con otras policías cuya función es idéntica. Así como solicitar la conciliación de su vida laboral con la familiar, sin abandonar en ningún momento sus responsabilidades de seguridad ciudadana, encontrándose por respuesta la ejecución de expedientes disciplinarios, así como la propia expulsión de sus profesionales del Cuerpo. ¿Ocurrirá lo mismo con los controladores o como pasó con los jueces, quedará en nada y se cerrará el capítulo urgentemente?.

¡Que vergonzosas varas de medir tiene este Gobierno!.

Por desgracia esta circunstancia esta haciendo pensar a muchos que con este Gobierno, la verdad no se impone sino por la fuerza, si bien hasta ahora aquellos que luchan y han luchado por los derechos de los guardias civiles, han mantenido la idea de que la verdadera fuerza reside en la verdad, que penetra suave y fuertemente en las almas de los ciudadanos, los cuales están viendo día a día como aquellos que les protegen están cada vez más desprotegidos. Lo que provoca un grave peligro para su propia seguridad como ciudadanos. Ahora bien, como quiera que la libertad que exigen los guardias civiles para el cumplimiento de su obligación de proteger al ciudadano, se refiere a la inmunidad de la coacción que están sufriendo por parte de este Gobierno, el continuo ejercicio coercitivo, está empezando a hacer mella en la moral de aquellos que siempre han buscado como máxima no perjudicar al ciudadano con sus acciones. Provocando una abulía y apatía institucional, en los miembros de la guardia civil, frente a los continuos engaños y persecuciones indiscriminadas hacia sus miembros, por parte del ejecutivo.

Como esto no cambie rápidamente, auguro peligrosos cambios en el movimiento reivindicativo de la guardia civil.

Cuando hemos vivido el aniversario de la Constitución, todavía seguimos con un Órgano tan importante de esta nuestra España, como la Guardia Civil, que sigue siendo desprotegida por nuestra Ley de Leyes. Teniendo incluso en su memoria histórica (a la que yo llamo HISTÉRICA"), a guardias civiles represaliados por nuestra Carta Magna en espera de su reconocimiento como demócratas convencidos. ¿Para cuando la Constitución y nuestros políticos que la amparan resarcirán a los miembros de SUGC y a todos aquellos que han sufrido la persecución por sus actividades representativas?.

La realidad es que todavía “LA CONSTITUCIÓN, NO ES COSA DE TODOS”.