El socialismo utópico que nos está tocando vivir en la actualidad y en pleno siglo XX y XXI a los guardias civiles, mancilla y vulnera de una manera sistemática y cruel, cualquier identificación de la voluntad de concebir comunidades ideales, organizadas según principios democráticos y cuyas relaciones se fundan en la equidad, ya que la vulneración sistemática de estos principios fundamentales en los miembros de este Cuerpo, no hacen más que confundir un ideal maravilloso, en el más duro y cruel sistema fascista llevado a cabo por un Gobierno supuestamente democrático.
La utopía de un ideal social que representa supuestamente el socialismo, deja paso a una realidad fascistoide, promulgada por unos representantes gubernamentales de dudosa moralidad, cuyas acciones a lo largo de los años, han envilecido un modelo maravilloso y esperanzador de igualdad para todos los ciudadanos, oculto tras una serie prolongadas de mentiras y engaños, quebrando todas las espectativas de cambios. Lo que ha provocado un conflicto difícil de superar en un aspecto tan fundamental para cualquier país como es la seguridad pública.
Si en los tiempos actuales, grandes ideólogos como Pablo Iglesias levantaran la cabeza, sin duda sentirían verguenza al ver en lo que se ha convertido su lucha social.
Aunque lo que más verguenza produce es ver como un ideal social digno de elogio, es transformado en un fascismo cruel y mafioso, dirigido por unos nuevos burgueses que se llaman "socialistas" y que basan su discurso político en lanzar una moneda al aire y transformar la realidad angustiosa por la que atraviesa esta sociedad, dependiendo de en que cara caiga la moneda. Estos nuevos líderes, amparados en una ideología social y con un discurso caduco, camuflan sus intereses políticos y personales en la sombra de la traición política e ideológica, dañando sobremanera la lucha de la clase social obrera por la que atravesó este País.
De hecho, una de las columnas sobre las que se sustenta este País, como es el de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y en particular la Guardia Civil, está siendo nuevamente objeto de la injusticia, el engaño y la vulneración constante de derechos fundamentales, como ya sufrió en los años 90, bajo el mandato de un Gobierno socialista, con los mismos ideales y casi los mismos protagonistas. Entre ellos nuestro Ministro del Interior y Vice-Presidente del Gobierno. En aquella época la Guardia Civil fue engañada vílmente bajo cantos de sirena de una supuesta modernización y equidad en derechos como cualquier trabajador, siendo inmediatamente lacerada bajo el yugo del Gobierno de Felipe Gonzalez y de su ex-delincuente colaborador Luis Roldán, estableciendo mecanismos supuestamente ilegales como la operación columna, la cual consistía supuestamente (por aquello de las demandas y querellas), en crear falsas pruebas y señalar objetivos, para eliminar uno a uno a los líderes de un movimiento democrático que empezaba a crearse en la guardia civil.
De nuevo y bajo el mandato de otro Gobieno socialista, estamos viviendo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la opresión, la injusticial social y los recortes de derechos más vejatorios que se han vivido bajo cualquier Gobierno democrático, viendo y viviendo en nuestras carnes, como uno a uno van eliminando de nuevo a los líderes democráticos de la guardia civil y a sus representantes populares.
Siento decir que los nuevos expedientes a compañeros de la guardia civil, me producen la repugnancia más absoluta y desde aquí les mando un fuerte abrazo y mi apoyo incondicional a su lucha.
Recibid un fuerte abrazo
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