A pesar de que no me prodigo en elogios normalmente con nadie, sino más bien lo contrario contra aquellos que normalmente cometen injusticias (algo que me saca de mis casillas); hoy curiosamente quiero expresar clara, concisa y públicamente mi apoyo personal a D. José María Ruiz Mateos y a su familia.
Hoy justamente, en el día que este empresario está siendo nuevamente masacrado y de una manera excesivamente mediática, y a mi entender bastante manipulada. Quiero decir alto y claro que soy un ferviente admirador de este “SEÑOR”.
Seguro que muchos al leer mi artículo se echarán las manos a la cabeza y máxime ahora que parece que el “árbol” ha caído. Pero soy consciente de lo que expreso y siempre he hablado alto y claro para que se me entendiera. “Quiero apoyar públicamente a este superviviente, en un momento en el que seguro que muchos de los que hasta ahora le han rodeado; “como moscas a la miel, o mejor dicho al panal”, le habrán abandonado, e incluso sus teléfonos están cerrados en cuanto aparezca su nombre en el dial.
Cercanos al 23 de febrero, fecha por otro lado significativa en España y que coinciden momentos convulsos de nuestra Nación, nuevamente sale a la palestra el nombre de D. JOSE MARÏA RUIZ MATEOS.
Quiero recordar a aquellos que me leen •(que me consta que son muchos, ya que llevo más de 10.000 visitas), que Rumasa fue expropiada por el gobierno español el 23 de febrero de 1983, en virtud del Decreto-Ley 2/1983. Que el grupo Rumasa, en el momento de publicarse la disposición, estaba constituido por más de 700 empresas, con una plantilla que alcanzaba las 60.000 personas, facturando unos 350.000 millones de pesetas (más de 2.000 millones de euros) anuales. Tras la expropiación fue reprivatizada por partes y que el ex ministro de Economía y Hacienda Miguel Boyer, cuando se produjo la expropiación y uno de los responsables últimos de la misma, afirmó en 1997 que: «la expropiación de Rumasa no fue una medida sancionadora o punitiva contra Ruiz-Mateos por unos presuntos delitos que hubieran correspondido a los tribunales depurar. Fue una medida de política económica, con la que se quiso evitar la crisis total de un grupo en quiebra, que, en las difíciles circunstancias de 1983, nos pareció que podría tener unas consecuencias muy graves».
Curiosas palabras y curiosa es la famosa memoria histórica que tanto proclama este Gobierno cuando le interesa. Hoy casi 30 años después con otro Gobierno socialista, España se encuentra en similares características, por no decir peores y nuevamente en vez de salvar y apoyar a empresarios que mantienen en sus plantillas a miles de trabajadores, se atreven a hablar de políticas económicas, cuando no saben sacarnos de una crisis tan profundas como las que atraviesa este País y nos sumen una y otra vez a medidas anti-sociales contra clases medias-bajas como la de los pensionistas.
Nuevamente veo con indignidad manifiesta como el Gobierno, esta vez de mano de su vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, salen inmediatamente a la palestra para asegurar que el Ejecutivo y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hicieron "todo lo que estaba en su mano" para advertir sobre los pagarés de Nueva Rumasa, mientras evitan en todo lo posible hablar del chivatazo del “caso faisán” ó de las tramas del Gobierno socialista contra los guardias civiles demócratas, sobradamente demostrada en los papeles de la ya famosa “operación columna”.
Me viene de nuevo a la memoria como en la venta y liquidación del “Grupo Rumasa”, en la que el Estado tuvo que recurrir a una emisión de deuda pública especial de 560.000 millones de pesetas (3.365 millones de euros) para seguir manteniendo la empresa en funcionamiento, mientras que encontraba compradores privados para las empresas que formaban el grupo. Finalmente, estos gastos superaron el billón de pesetas, frente a los 350.000 millones de pesetas de deuda con la Seguridad Social que tenía el Grupo en el momento de la expropiación, pues no ingresaba a Hacienda el I.R.P.F. que descontaba a los 65.000 trabajadores. Este hecho fue el detonante de la expropiación porque según el Gobierno “se temía que corría peligro la economía de todo el país”. Si mis matemáticas no me fallan la diferencia fue abismal para el Estado y mando a 60.000 trabajadores y familias a la más absoluta de las miserias.
Hoy nuevamente, en el que la diferencia entre activo y pasivo es enormemente considerable"; lo que podría garantizar la viabilidad y el cumplimiento de sus compromisos, así como que desde hace 28 años desde la expropiación, todavía el estado les debe 18.000 millones de euros, frente a los 700 millones de euros de deuda inicial bancaria del grupo, me parece triste y vergonzoso, que mientras nuestro Gobierno hace cábalas para salvar a los bancos, sin que este apoyo revierta en el ciudadano medio, salga inmediatamente a la palestra para defenestrar de nuevo a un empresario como Ruiz Mateos, mientras calla en otros frentes mucho más graves como los que están sucediendo en este Pais.
Para mi este señor es todo un ejemplo. Si ya he expresado en mis anteriores intervenciones, mi admiración por un ave mitológica como el “Fénix”, siempre he comparado a D. Jose María con ese Ave.
El Ave Fénix (también llamado Benu) representaba el Sol, que muere por la noche y renace por la mañana. En este caso surge de un huevo primigenio. Otro simbolismo que se le da al Ave Fénix es de la esperanza, ya que representa la esperanza que nunca debe morir en el hombre, en similitud con los que representa para mi personalmente el apellido Ruiz Mateos.
Se cree que fue el único animal del paraíso que se negó a probar la fruta prohibida y que por ello al arder a causa de una esquirla de la espada llameante del arcángel se le concedieron entre otros dones la inmortalidad, a través de la capacidad de renacer de sus propias cenizas, la virtud de que sus lágrimas fueran curativas y algunos otros poderes que también varían según la versión del mito. Para el hombre, el Fénix ha sido un símbolo del renacimiento físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, el principio femenino chino o yin y la inmortalidad.
El fénix en paises como China, es considerado como un ave de buen augurio y muy abundante en los temas de fortuna y suerte. Un poema chino dice así: Viene un ave de cinco colores, que se llama fénix. No se le ve ya en mil otoños, pero cuando él aparezca, el Estado prosperará. Si en España hubiera muchos Ruiz Mateos y se les apoyara en vez de destruirlos, otro gallo nos cantaría.
Por otro lado me encanta la historia del Ave fénix, según Andrés Ibáñez:
Se trata de un ave única, que no puede reproducirse de manera convencional, como los demás animales. Cuando el Fénix intuye que se aproxima el final de su vida, acumula plantas aromáticas (incienso, cardamomo y resinas) y elabora un enorme nido expuesto a los rayos solares. El calor enciende las hierbas secas y el ave se incendia junto a las mismas. Minutos más tarde nacerá una oruga diminuta que, poco a poco, se irá desarrollando hasta volver a ser el Fénix original cuya primera tarea será depositar en un tronco hueco los restos de su padre.
Para el Cristianismo, este mito se convirtió en el símbolo de la resurrección de Cristo, vencedor de la muerte y como cristiano practicante que soy, estoy seguro que D. Ruiz Mateos vencerá a la muerte en la cual algunos creen que ya le ha llegado como empresario y saldrá victorioso, llevando la esperanza de nuevo a muchas familias, mientras este Gobierno le está llevando a la desesperación más absoluta, ya que además, el Ave Fénix es considerada una metáfora viviente de la “esperanza”, ya que simboliza la fe que jamás debe desaparecer en el hombre, a pesar de los obstáculos.
Lo cierto es que este hermoso animal, existiera o no, nos permite traspasar aquella barrera que nos invita a no pensar en el mundo cruel que nos rodea, y a encontrar la esperanza que la historia nos ha contado, dentro de estos maravillosos mitos, leyendas, cuentos o quizás VERDAD.
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